agosto 7, 2024

La terapia de hidratación oral en atención primaria

AUTOR: Dr. Francisco Christian González Ramos,1 Acad. Ulises Reyes Gómez,2,3 Acad. Bonifacio Caballero Noguez,3,4 Dra. Katy Lizeth Reyes Hernández,2 Acad. Martín Guerrero Becerra,3,5 Dra. Mariana Merlo Palomera,5 Dra. Ana Karen Reyes Rivera,5 Acad. Gerardo López Cruz,3 Acad. Armando Quero Hernández,3 Dr. Rodrigo Juárez Velasco,6 Acad. Ofelia Pérez Pacheco,6 Dra. Imelda Toledo Ramírez6

 

Resumen

La deshidratación se define como el estado clínico consecutivo a la pérdida de líquidos y solutos en el cuerpo humano. La enfermedad diarreica aguda (EDA) continúa siendo un problema de salud pública en el mundo, pero sobre todo en los países en desarrollo como México. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima 1.5 millones de muertes de niños al año por esta causa. El descubrimiento de una solución de rehidratación oral (SRO) en 1968 fue uno de los principales avances en el tratamiento de la gastroenteritis aguda. La terapia de rehidratación oral (TRO) ha sido aclamada como uno de los descubrimientos médicos más importantes porque redujo drásticamente las tasas de mortalidad global de los niños con deshidratación aguda. La TRO facilita una mayor absorción activa y pasiva de agua intestinal a través del transportador de sodio-glucosa. En comparación con la rehidratación por vía intravenosa, la TRO se asocia con una reducción del riesgo de complicaciones, tales como desequilibrios electrolíticos, edema cerebral, o flebitis. La TRO se recomienda como el tratamiento de elección para los niños con gastroenteritis aguda y deshidratación moderada. Un aspecto básico es clasificar oportunamente el grado de deshidratación. La TRO es de elección en la gran mayoría de los casos, pues técnicamente es fácil de realizar, solo requiere gran apego clínico en cada caso.  

Palabras clave: enfermedad diarreica, desequilibrio hidroelectrolítico, niños, terapia de rehidratación oral

 

Abstract 

Dehydration is defined as the clinical state resulting from the loss of fluids and solutes in the human body. Acute diarrheal disease continues to be a public health problem in the world, but especially in developing countries like Mexico. The World Health Organization (WHO) estimates 1.5 million child deaths a year because of it. The discovery of an oral rehydration solution (ORS) in 1968 was one of the major advances in the treatment of acute gastroenteritis. Oral rehydration therapy (ORT) has been hailed as one of the most important medical discoveries, because it dramatically reduced the overall mortality rates of acutely dehydrated children. ORT facilitates increased active and passive absorption of intestinal water through the sodium-glucose transporter. Compared with intravenous rehydration, ORT is associated with a reduced risk of complications, such as electrolyte imbalances, brain edema, or phlebitis. ORT is recommended as the treatment of choice for children with acute gastroenteritis and moderate dehydration. A basic aspect is to classify the degree of dehydration in a timely manner. ORT is the choice in the vast majority of cases, since it is technically easy to perform, and only requires great clinical adherence to each case.

Keywords: diarrheal disease, fluid and electrolyte imbalance, children, oral rehydration therapy

 

Introducción

Los progresos trascendentales que se han logrado en México y en el mundo para fortalecer el tratamiento de diarreas que afectan más al grupo de niños menores de 5 años, como la terapia de rehidratación oral, hasta la fecha han sido excepcionales para disminuir la mortalidad en dicho grupo. Con más de 50 años de experiencia y la identificación de factores de riesgo, se han logrado establecer guías y criterios que más adelante se enlistarán, los cuales se deben adecuar a las necesidades de cada paciente en particular.1

Concepto

La deshidratación se define como el estado clínico consecutivo a la pérdida de líquidos y solutos en el cuerpo humano; sin embargo, es posible encontrar depleción corporal de agua sin pérdida de solutos de causas diversas sin denominarse deshidratación.1

La enfermedad diarreica aguda (EDA) continúa siendo un problema de salud pública en el mundo, pero sobre todo en los países en desarrollo, como México. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima 1.5 millones de muertes de niños al año por esta causa. México se encuentra dentro de los primeros lugares a nivel mundial de mortalidad en menores de 5 años, pero hasta un 70% de estas muertes pueden evitarse con una sola estrategia: la terapia de rehidratación oral (TRO).2

 

Historia

La terapia de hidratación oral (THO) en diarreas la empezó a utilizar en México el doctor Ceballos en 1959, en un estudio experimental que realizó en los Altos de Jalisco. Demostró una disminución de las tasas de mortalidad de 32 a 7.4 por 10,000 niños menores de 5 años, dando como resultado la institución del programa nacional de hidratación.4

Con este antecedente se evidencian los trabajos y, teniendo como guía al Dr. Federico Gómez en los estudios para conocer las particularidades de la desnutrición en niños mexicanos y la elaboración del sistema para su clasificación por grados y definir clínicamente su singularidad, surgió en 1959 el interés por valorar niños lactantes con diarrea y deshidratación y la posibilidad de introducir la hidratación oral voluntaria (HOV) en el tratamiento. Así, De la Torre y Larracilla Alegre modificaron pronósticos y tratamientos de la diarrea en niños. En 1958 en el Hospital Infantil de México (HIM), Larracilla Alegre propuso el empleo de soluciones hidroelectrolíticas por vía oral (suero oral) en lactantes con diarrea como primera publicación.

Una segunda investigación en México la publican Ortiz Mariotte y Cevallos y se divulgó en 1961 para valorar la mortalidad por diarrea en niños menores de 5 años de edad; una tercera publicación la publica Olivera Toro basada en el programa para abatir la mortalidad por diarrea en México.

 

Soluciones de rehidratación oral

Dentro del mercado mexicano encontramos en la actualidad diversas soluciones para la terapia oral de rehidratación, así como las que se preparan en los hogares de nuestras ciudades y comunidades. Entre las bebidas comerciales más indicadas se encuentra Pedialyte® SR 60 (NC). Se describe como una solución oral de glucosa y electrolitos esterilizada para uso en lactantes y niños pequeños leve a moderadamente deshidratados debido a diarrea aguda, capaces de beber líquidos. La concentración de dextrosa (glucosa) es suficiente para permitir la máxima absorción de sodio acoplada a glucosa, provee calorías adecuadas para prevenir cetosis, pero disminuye la posibilidad de malabsorción de glucosa en pacientes deshidratados, quienes consumen grandes volúmenes de solución de rehidratación para controlar su sed. Su carga renal de solutos es pequeña; cuando se provee agua libre adecuada, no se rebasa la capacidad renal de concentración. Esta carga de solutos provee un margen de seguridad durante la transición de la rehidratación a la lactancia o a la alimentación con fórmula. Su osmolalidad es de aproximadamente 290 mOsm/kg de agua. 

Está indicada para el reemplazo de líquidos y electrolitos en el manejo de la deshidratación secundaria a diarrea moderada a grave, tanto en lactantes y niños pequeños como en el resto de los grupos de edad, incluyendo adultos.

Las contraindicaciones no siempre son absolutas, pero incluyen pacientes con vómito intratable, íleo adinámico, obstrucción intestinal o perforación intestinal.6 Algunas otras contraindicaciones son insuficiencia renal, oliguria o anuria prolongada, vómito importante y continuo, diarrea grave persistente u otras pérdidas que precisen rehidratación parenteral: malabsorción de glucosa, prematuros y niños <1 mes, obstrucción o perforación intestinal e íleo paralítico.7

Electrolit® Pediátrico es una formula comercial muy similar a la de la OMS. Su fórmula de osmolaridad reducida se indica para prevenir y tratar por vía oral la deshidratación de leve a moderada, especialmente en niños y niñas, debida a diarrea aguda y/o vómito no derivados del cólera. Se contraindica su empleo en pacientes con íleo paralítico, obstrucción o perforación intestinal. El vómito no representa una limitante de la administración de la solución por vía oral, salvo el incoercible que deberá tratarse por vía parenteral hasta su control.8

El Vida Suero Oral consiste en sales preparadas que son las más usadas por las dependencias de Salud Pública en México. Entre sus indicaciones se encuentran estados leves de deshidratación, pérdida de electrólitos o alteraciones del equilibrio ácido-base ocasionadas por diarrea, vómito, diuresis excesiva, etc.

Algunas de las contraindicaciones son oliguria y anuria prolongada, vómitos graves y frecuentes, niños prematuros y menores de 1 mes, íleo paralítico, obstrucción intestinal e insuficiencia renal (cuadro 1).9

Absolutas
Deshidratación grave (10 a 15%)

Estado de choque

Estado séptico

Íleo paralítico

Afectación del sistema nervioso central

Relativas
Vómitos incoercibles

Pérdidas fecales (10 mL/kg/hora)

Cuadro 1. Contraindicaciones de la terapia de rehidratación oral. 

 

A continuación se presentan las diferencias entre las bebidas rehidratantes y el Vida Suero Oral:

 

Cada 100 mL contiene Miliequivalentes por litro
Glucosa  2 g Sodio   90.00 mEq
Cloruro de potasio 1.5 g  Potasio    20.00 mEq
Cloruro de sodio  3.5 g Citrato  30.00 mEq
Citrato trisódico dihidratado 2.9 g Cloruro  80.00 mEq
Glucosa  111 mEq

 

Expresado en mg Pedialyte® Solural® Electrolit® VSO
Glucosa 1,080 g 5 mg 2,000 g 20 g
Cloruro de potasio 150.00 mg 149 mg 0.150 g 1.5 g
Cloruro de sodio 175.00 mg 12 mg 0.350 g 3.5 g
Cloruro de sodio dihidratado 290.00 mg
Lactato de calcio 30 mg
Cloruro de magnesio 41 mg
Lactato de sodio 314 mg
Citrato de sodio 0.290 g
Citrato
Citrato trisódico dihidratado 2.9 g
Aporte calórico 43 kcal/1,000 ml 20 kcal/1,000 ml 100 kcal/1,000 ml
Expresado en mEq Pedialyte® Solural® Electrolit® VSO
Glucosa 111 mEq 111 mEq
Sodio  60.00 mEq 30.00 mEq 90 mEq 90.00 mEq
Cloro  50.00 mEq 30.00 mEq 80.00 mEq 80.00 mEq
Potasio  20.00 mEq 20.00 mEq 20.00 mEq 20.00 mEq
Citrato  30.00 mEq 10.00 mEq 30.00 mEq
Magnesio  4.00 mEq
Lactato  28.00 mEq
Calcio  4.00 mEq

 

Para la valoración del el estado de deshidratación nos basamos en las escalas de Gorelick y AAP (cuadro 2).10

 

La presencia de cada parámetro suma un punto:
  • Elasticidad cutánea disminuida
  • Tiempo de recapilarización > 2 segundos (relleno capilar)
  • Deterioro del estado general
  • Ausencia de lágrimas
  • Respiración anormal
  • Mucosas secas
  • Ojos hundidos
  • Pulso radial débil
  • Taquicardia (frecuencia cardiaca > 150)
  • Diuresis disminuida
Interpretación:

< 3 puntos: deshidratación leve (< 5%). TRO ambulatoria (plan A)

3-5 puntos: deshidratación moderada (5-9 %). Esquema de TRO (plan B)

6-10 puntos: deshidratación grave. Hospitalización (plan C)

Cuadro 2. Valoración del grado de deshidratación según la puntuación de Gorelic.

 

Para el cálculo de pérdida de peso, tenemos:

  • Deshidratación leve: pérdida de peso <5%
  • Deshidratación moderada: 5-10%
  • Deshidratación grave: >10% 

Las indicaciones para la terapia oral se basan en la escala clínica de grados de deshidratación. En este artículo nos concentraremos en ausencia de datos clínicos de deshidratación y clínicamente deshidratado, descritos más adelante.11

El cuanto al conocimiento de los padres sobre la enfermedad diarreica aguda, la mayoría de los padres de niños menores de 5 años que acudieron a una unidad hospitalaria con este diagnóstico tiene un nivel de conocimiento medio o bajo sobre la enfermedad; uno de cada diez tiene conocimiento alto. Las áreas que principalmente se desconocen son: causas de la enfermedad, frecuencia con la que se deben ofrecer los electrolitos orales, signos de alarma y alimentos que deben evitar. El nivel de conocimiento medio y bajo está condicionado a que los niños presenten deshidratación.12 

 

¿Cómo se sabe que el niño está deshidratado?

  • No ha mojado los pañales en mas de 5 horas
  • Tiene la boca seca
  • No tiene lágrimas cuando llora
  • Esta aletargado
  • Ojos hundidos
  • Llora o se irrita con frecuencia
  • Tranquilidad excesiva
  • Pérdida de brillo en los ojos
  • Sequedad en la lengua y en la piel con pliegues exageradamente laxos
  • Ausencia de orina por más de 4 a 6 horas

Ya establecido el diagnóstico, se deben de dar las recomendaciones a los tutores del menor.

 

 Cuidados para el menor con diarrea

Los cuidados que se deben de brindar al niño o niña enfermo de diarrea mientras reciben atención médica consisten en poner en práctica el ABC del manejo de la diarrea en el hogar, para evitar otros complicaciones. Presentaremos aquí el plan A y B de atención y rehidratación oral. 

 

Planes A y B de alimentación y bebidas

La “A” quiere decir que se debe continuar alimentando normalmente al niño o niña, ya que esto ayudará a que no se debilite, no se desnutra, ni se agrave. Para ello, hay que explicar a la madre las siguientes recomendaciones:

  • Continuar con la alimentación habitual.
  • Continuar con la lactancia materna y darla más veces al día (en caso de estar lactando).
  • Si ya no mama, continuar dando la leche usual con mayor frecuencia y en la cantidad que tolere.
  • Estimular al niño o niña a comer todo lo que quiera. Es preferible dar comidas en poca cantidad, pero con mayor frecuencia (de 6 años a 8 veces al día).
  • Si el niño o niña es mayor a 6 meses y ya come alimentos sólidos, debe continuar con la alimentación normal. Debe alimentarlo de preferencia con plátano, manzana, frijol, lenteja, haba, papa, zanahoria, arroz, avena, carne cocida y queso.
  • No se deben introducir nuevos alimentos mientras esté enfermo(a) de diarrea. 
  • Después de haber controlado la diarrea, administrar una comida extra al día durante 1 o 2 semanas o hasta recuperar el peso adecuado.
  • Darle alimentos frescos, desinfectados, recién preparados, bien cocidos y ofrecerlos como puré en el periodo de recuperación intestinal. 

La “B” indica bebidas, es decir, hay que darle al menor muchos líquidos y vida suero oral (VSO). Se recomienda darle de beber líquidos la mayor cantidad de veces posible durante el día. Con ello recupera el agua perdida y se evita la deshidratación.

Recomendaciones para la madre del menor:

  • Si está amamantando al niño o niña, continuar haciéndolo y suministrar vida suero oral a cucharaditas o sorbos; media taza cada vez que evacue si tiene menos de 1 año y una taza si tiene más de 1 año.
  • Además de los alimentos, darle líquidos como tés de manzanilla, hierbabuena, agua de frutas frescas como guayaba, cocimientos de cereal (arroz o maíz) y sopas caldosas. Darle al niño o niña tanto líquido como pueda beber.
  • Darle líquidos cada vez que evacue, hasta que la diarrea desaparezca.

El aspecto más importante para la prevención domiciliaria de la deshidratación es la administración de volúmenes extra de líquidos. Estos pueden incluir alimentos con base líquida (atoles, sopas, tisanas, etc.) y líquidos simples, además de vida suero oral.13

Se identifican diferentes alimentos recomendados y no recomendados por las madres (cuadro 3). El plátano, por ejemplo, se identificó en ambas categorías. Algunas madres consideran que esta fruta contribuye a empeorar la diarrea, en tanto que para otras, este alimento ocasiona estreñimiento, por lo cual se considera adecuado para la enfermedad.14 También se deben evitar aquellos alimentos con altos contenidos de azúcar y de sodio (refrescos, infusiones, jugos azucarados y caldo de pollo sintéticos) por su efecto osmótico.15

 

Alimento
Recomendado No recomendado
Verduras (cocidas) 

Frutas (manzana, plátano, pera) 

Cereales 

Pan 

Arroz 

Avena cocida

Cereales 

Pan (galletas, pan dulce) 

Comida con grasa o seca (carne de res, huevo) 

Frutas (mango, ciruela pasa, plátano, durazno)

Cuadro 3. Alimentos recomendados y contraindicados por las madres para la diarrea. Fuente: elaboración de los autores.

 

En cuanto a las recomendaciones de los médicos sobre los alimentos que se deben proporcionar, los que la mayoría de los médicos recomendaron para los episodios de diarrea aguda fueron manzana, plátano, arroz, guayaba, papa, chayote y pollo, identificados como alimentos astringentes. Los contraindicados fueron grasas, papaya, naranja, harinas y azúcar, ya que se han catalogado como cítricos, laxantes o irritantes que exacerban el cuadro diarreico.16

 

Terapia de rehidratación oral

Las indicaciones para rehidratación oral están dirigidas a las deshidrataciones leve a moderadas. Puede utilizarse en todas las edades y en cualquier tipo de deshidratación.17 En los lactantes al pecho se recomienda con tomas de lactancia materna; los niños con vómito pueden ser rehidratados por vía oral cuando este no es muy intenso. Algunos autores recomiendan la administración continua de SRO por sonda nasogástrica en caso de vómito intenso antes de recurrir a la vía intravenosa.18

La base fundamental de la terapia de rehidratación oral es la administración de vida suero oral (VSO), por lo que debe explicarse a los padres con lenguaje entendible cómo debe prepararse. Es necesario informar a los familiares que el vida suero oral (VSO) es el medicamento más importante para salvar la vida de un niño o niña que tiene diarrea, ya que evita la deshidratación al reponer los líquidos y las sales que pierde el cuerpo a causa de la diarrea y el vómito. 

La deshidratación es la complicación más peligrosa de la diarrea y se presenta con mayor rapidez en niños menores de 1 año. Cuando los menores presentan signos como fontanela (mollera) hundida, ojos hundidos, llanto sin lágrimas, boca seca, saliva espesa y mucha sed, es indicativo de que el menor esta deshidratado. Hay que orientar a las madres para que puedan conseguir el VSO de forma gratuita en cualquier unidad de salud o puedan comprarlo a bajo costo en la farmacia. A continuación, hay que enseñarles a prepararlo de acuerdo con los siguientes pasos:

  • Lavarse las manos con agua y jabón.
  • Hervir por lo menos 1.5 litros de agua durante 3 minutos a partir del primer hervor. Dejar enfriar. Si no la puede hervir, agregar dos gotas de cloro por cada litro de agua y dejar reposar 30 minutos.
  • Medir un litro de agua hervida o clorada y agregarla en una jarra o recipiente lavado y limpio.
  • Disolver todo el contenido de un sobre de VSO en el litro de agua.
  • Revolver hasta que se vea transparente.
  • Si el suero hace bolas o queda turbio, hay que desecharlo y preparar otro sobre.
  • No se deberá agregar nada más.

Las indicaciones sobre cómo usar el VSO son las siguientes: 

  • Lavar bien una taza y llenarla con VSO ya preparado.
  • Darle al niño o niña el suero que acepte a cucharaditas o con gotero, ya que esto permite darle cantidades pequeñas y uniformes que evitan que el niño o niña vomite, y evita que el suero se contamine. NUNCA DAR EL VSO EN BIBERÓN.
  • El suero deberá permanecer tapado y a temperatura ambiente.
  • Después de 24 horas de haber preparado el suero en necesario tirar el sobrante y preparar otro litro.

El plan B de la terapia de rehidratación oral se realiza con la fórmula.19 

Si se conoce el peso del paciente:

  • 100 mL/kg de peso (25 ml/kg/hora) durante 4 h, fraccionados en dosis cada 30 minutos.

Si no conoce el peso del paciente:

Edad < 4 meses 4 a 11 meses 12 a 23 meses 2 a 4 años 5 a 14 años >15 años
En mililitros 200 a 400  400 a 600 600 a 1200 800 a 1200 1200 a 2200 2200 a 4000

 

Se pueden emplear bebidas alternativas preparadas, como solución electrolítica rica en arroz o agua de arroz (50 g de arroz y una zanahoria grande pelada, 1.5 litros de agua con sal, hervir 20 minutos a fuego medio); puede favorecer el curso de la diarrea reduciendo su duración y volumen. También se puede preparar limonada alcalina (1 litro de agua, dos cucharadas soperas de azúcar, media cucharada pequeña, de sal y de bicarbonato y el jugo de medio limón mediano). El riesgo de error al preparar las soluciones es el principal factor para considerar.20

Se han reportado en el pasado casos de hipernatremia por errores en estas preparaciones. Lo ideal es contar en todos los niveles de atención médica con los sobres del sector salud. En casos en los que no se cuente con ellos, se recomienda el uso de soluciones de hidratación oral comerciales ya preparadas. Al respecto, se indican bebidas que contengan en su preparación sodio a razón de 45 y 60 mEq por litro. En cuanto a las bebidas de sabor, de acuerdo con diversos estudios mexicanos sobre su aceptación, se recomiendan las de uva y manzana.

 

Consejos importantes

  • En lo referente a las bebidas de apoyo, es importante conocer su osmolaridad, ya que aquellas que tienen osmolaridades mayores a la plasmática (los valores normales van de 275 a 295 mOsm/kg [275 a 295 mmol/kg]) agravan la deshidratación y no tienen ninguna indicación en Pediatría, al menos en lo que se refiere a este rubro. Por ello es importante impulsar en los padres de los niños, la preparación del VSO.
  • La hidratación de la mucosa oral por sí sola no es un dato fidedigno al 100% para suponer que está deshidratada; tiene un factor de error cuando el niño está respirando por la boca y no por la nariz. Deberá de coincidir esta con el brillo en las mismas, sobre todo de la lengua, y el tono ocular deberá ser mayor al de la punta de la nariz. El signo del pliegue se deberá realizar en la región maleolar y no en la abdominal; en este ultimo sitio estará presente en niños desnutridos por la pobre cantidad de panículo adiposo o bien, si el paciente muestra distensión abdominal, este no se documentará (Pizarro, 1999).
  • De 2 a 10% de niños, sobre todo preescolares que ya les toman sabor a las soluciones de TRO, no la aceptan por su sabor salado; si se encuentran deshidratados generalmente esto no ocurre. Para ello, los expertos recomiendan utilizar TRO de sabor. Un estudio efectuado en el Hospital Infantil de México por Cabrales en 2000 reveló que el suero mejor tolerado fue el de sabor manzana en un 68% y el de menor aceptación el de sabor naranja. Otro efectuado por nuestro grupo en preescolares con TRO comercial3 documentó como el de mejor tolerancia el de sabor uva. Otra estrategia bastante efectiva en niños con tasa alta de diarrea es el atole de arroz. Mota (1999) señaló mejoría cuando lo comparó con agua de arroz. Ensayos realizados en Perú (Diez, 2001) en 116 niños estimando los sabores de las soluciones de TRO que más gustaron revelaron que a 7 de ellos no les gustó ninguno de los sabores propuestos y que 5 prefirieron el sabor neutro de la TRO. 
  • Un estudio efectuado en Cuba (Carbajal, 2003) comparando la TRO de la UNICEF frente al agua de coco en 85 pacientes, mostró mayor efectividad del tratamiento con agua de coco (72.7 vs. 81.8%), mejor aceptación (50.8 vs. 87.3%) y diarrea osmótica (21.2 vs. 0%). Por tanto, esta es un estrategia importante en niños con tasas de diarrea alta, siempre y cuando se cuente con el recurso, bajo el entendido de que el agua de coco es una solución isotónica que contiene electrolitos (sodio, potasio, cloro, fósforo, vitaminas A, B1, B2, B5, C y minerales [magnesio]) en cantidades muy similares a la TRO estándar, con la diferencia de tener más cantidad de potasio (32.4 a 53.5 mmol/L vs. 20 mmol/L), valor que varía, pues entre más cerca de la playa se haya obtenido este, mayores serán las cantidades de electrolitos (Fagunder, 1993).
  • En otro contexto, el poder de los medios de comunicación es sumamente impactante en automedicación.4 Hay que mencionar que las soluciones comerciales como Suerox (NC) y otros no tienen bases científicas y NO se recomiendan en EDA por ser soluciones altamente hiperosmolares (osmolaridad mayor que el plasma), agravando la deshidratación. Hablando de estudios sobre automedicación, esta es una práctica común en países desarrollados como el nuestro; la exposición de más de cinco veces a un comercial de la televisión (TV) conduce a que el producto anunciado sea utilizado por la persona que lo ve. Esto fue demostrado por un estudio reciente efectuado por nuestro grupo.21 Otras soluciones de uso común en la EDA, o aquellas catalogadas como hidratantes o energizantes (Gatorade, Red Bull, Coca cola, Pepsicola, etc.) son altamente hiperosmolares, con gran cantidad de cafeína; algunas contienen taurina, pero todas ellas tienen gran cantidad de azúcar.22 Por ello, agravan el desequilibrio hidroelectrolítico e incrementan el riesgo de que la deshidratación se haga más acentuada y de tipo hipernatrémica, la cual se acompaña de muchas más complicaciones.
  • El vómito NO contraindica la TRO. Los antiheméticos están contraindicados. Uno de los grandes problemas que se sigue observando con relativa frecuencia es el uso de antiheméticos en niños con EDA, el cual no tiene sustento científico. Hay que recordar que el citrato que contienen las soluciones de hidratación oral (lo cual le da un pH alcalino) en cuestión de minutos de su ingesta se convierte en bicarbonato, lo cual amortigua el pH gástrico y por ende permite la aceptación del mismo. La clave está en enseñarle a la madre que el suero oral tiene que ofrecérsele al niño en escasa cantidad, administrarlo con una cuchara y de acuerdo con la tolerancia se vaya incrementando en forma paulatina. Esto está perfectamente demostrado en un estudio que analizó a 233 niños deshidratados por EDA. El 80% de ellos presentaron vómito en las 24 horas previas a su ingreso; solo 18.3% presentaron vómito durante la TRO, lo cual no impidió corregir la deshidratación en la mayoría de ellos (Velásquez, 2000).
  • Un estudio realizado por nuestro grupo23 que analizó 66 recetas médicas de práctica privada, de las cuales 49 fueron prescritas para niños con EDA, 41 (84%) correspondieron a médicos generales y 8 (16%) a médicos especialistas. En estas encontramos que existían asociaciones de fármacos antiheméticos en 5 casos. El antihemético más usado fue metoclopramida, seguido de butilhioscina, mezclicina/piridoxima, ondasetrón y pargaverina. Se usó por frecuencia la vía oral, seguida de la parenteral y rectal. Predominó el uso de gotas; en 5 recetas, las dosis terapéuticas sobrepasaron hasta 10 veces esta y 3 fueron hospitalizados por intoxicación. Las reacciones extrapiramidales de los antiheméticos son un gran riesgo innecesario, sabiendo que la historia natural de las EDA no va más allá de 48 a 72 horas en su fase más aguda y en la que realmente lo más importante es la hidratación. El paralizar el intestino con estos fármacos se asocia con más complicaciones que el propio cuadro diarreico per se.
  • De igual forma, el uso de suspensiones que contengan caolín y pectina dan únicamente una falsa seguridad de mejoría al hacer las heces semipastosas o pastosas.
  • Otras de las intoxicaciones que prácticamente ya no vemos en nuestro país, (Montoya, 1990) son las que ocurren por el uso de anís de estrella en niños con EDA o trastornos gastrointestinales por la administración de lo que en la cultura popular se conoce como “curas para el empacho”. Un reporte de 47 casos ocurridos en Costa Rica entre 2001-2005 (Ross, 2008) en los que predominaron en más del 97% síntomas neurológicos (espasticidad, desviación de la mirada, hiperreflexia, pobre succión, movimientos oculógiros y convulsiones), estos se dieron sobre todo en lactantes, incluso cuando su ingesta fue en una sola ocasión.24,25

 

Situaciones especiales 

La Academia Americana de Pediatría recomienda la rehidratación nasogástrica rápida (RNR) por 4 horas para el tratamiento de niños con gastroenteritis viral y deshidratación moderada. El régimen de tratamiento en el Hospital de Niños Royal de Melbourne, Australia, antes del estudio, incluía la admisión en el hospital y la rehidratación durante 24 horas, con la sustitución del déficit de líquido estimado en 6 horas y la administración de los requerimientos de fluidos de mantenimiento de 24 horas en las siguientes 18 horas (es decir, rehidratación nasogástrica estándar [RNE]). La RNR ofrece varios beneficios, incluyendo un acortamiento de la estadía en el hospital y menor interrupción de la rutina familiar. La eficacia clínica de los dos regímenes nunca había sido formalmente comparada. Por lo tanto, el objetivo del estudio fue comparar la seguridad y la eficacia de los dos regímenes de rehidratación nasogástrica en niños con gastroenteritis aguda. Los autores plantearon la hipótesis de que la RNR sería igual de efectiva que la RNE (no inferior) en el tratamiento de los niños con gastroenteritis aguda y deshidratación moderada.

La RNR consistió en 100 mL/kg de SRO, que se administró en más de 4 horas (25 mL/kg por hora) en el servicio de emergencias. El paciente luego fue dado de alta del hospital y fue controlado por una enfermera al día siguiente, ya sea en una visita domiciliaria o mediante una llamada telefónica a las 24 horas. Durante las visitas de la enfermera, los niños fueron pesados y evaluados con respecto al estado clínico general (signos de deshidratación), líquido consumido y pérdidas presentadas. La rehidratación oral o nasogástrica es altamente eficaz para el tratamiento de pacientes con gastroenteritis moderada. Se definió al fracaso de la terapia de rehidratación oral como la «necesidad de volver a la terapia intravenosa» y reportó una tasa de fracaso general del 3.6% (IC 95%: 1.4 a 5.8%). El presente estudio encontró tasas un poco mayores de canalización intravenosa del 5.9% para RNR y de 4.9% para RNE; sin embargo, estas tasas siguen alineadas muy de cerca con los intervalos de confianza de los metaanálisis. A pesar de que el vómito persistente por lo general no se opone a la rehidratación nasogástrica, esta fue la razón de la mitad de las inserciones de vías intravenosas no programadas. La RNR debe ser considerada como una alternativa a la RNE en los niños (6 a 72 meses de edad) con deshidratación moderada atribuible a gastroenteritis viral. El estrecho control de seguimiento después del alta del SE es obligatoria para detectar pérdidas gastrointestinales o empeoramiento de la deshidratación. Para los pacientes que fueron readmitidos luego de las 24 horas de la RNR, el segundo periodo de rehidratación nasogástrica por lo general fue efectivo; la rehidratación por vía intravenosa se requirió solo para un pequeño número de pacientes.26

 

Referencias 

  1. Botas SI, Ferreiro MA, Soria GB Deshidratación en niños. Anales Médicos 2011;56(3):146-55. 
  2. Reyes GU, Reyes HK, Santos CA, Luévanos VA, Guerrero BM, Martínez AP, De-lara HJ, Santamaría AC. Enfermedad diarreica aguda en niños. Revista Salud Quintana Roo 2018;11(40):34-41.
  3. Díaz OJ, Ferreira E, García L, Trejo B, Téllez RM, Gutiérrez JP, Hernández ÁM. Encuesta nacional en salud y nutrición 2012, INSP.
  4. Mota HF. Programa nacional de hidratación oral en diarreas, 1983- 1986. Evaluación y perspectivas. Salud Pública de México 1987;29(4):268-75.
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